lunes, 16 de enero de 2017

En qué momento

   
→·Sweet leaf - Black Sabbath·

¿En qué momento decidimos que crecer hasta el punto de que las estrellas en el cielo no se vieran más era el camino indicado?

Es una pregunta sin respuesta. Nadie nunca va a poder contestar porque no fue una persona el que marcó el camino. Fue una convicción de sociedades que, de la mano, guiaron al planeta hacia crecer e intentar tocar el cielo, alejando así la luz que nos despertaba la curiosidad. Las estrellas no nos quieren allá arriba.

Para mi es así, queremos edificios altos porque nos hace sentirnos grandes y poderosos. La Tierra, con toda su belleza, riqueza y cariño es lo que tenemos. Queremos lo que no tenemos. Queremos el cielo que no se puede tocar. Que no se puede medir; que no podemos entender.

Es una actitud humana. Si lo llevás a lo más salvaje, ahí encontrás también el comportamiento base de querer lo que no tenemos. Son esas zapatillas, es esa chica, es ese cargo.

Es esa ambición desmedida que no te deja perder ni ganar.

Yo la entiendo. A mi la ambición me encanta. Me empuja y me hace mirar más lejos. A veces cuando las cosas no están tan bien me bloquea y no me deja jugar tranquilo, pero igual le seguís teniendo ese cariño especial que le tenés a los amigos en los que tenés confianza para que salgan de su locura.

La ambición te embelesa y, si no te das cuenta, te aísla.

Es como la historia del viejito que, cuando se va a morir, el yerno le pregunta:

-¿Cambiarías algo de tu vida?

-Sí, ojalá hubiera trabajado menos y hubiese pasado más tiempo con mis hijos. Me perdí cosas que nunca más van a volver.


Y sí, pero que linda es.





S

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