viernes, 29 de septiembre de 2017

3. From when I learnt that my eyes walk further than my legs



Anything. Competitive or not, when I’m close to finish a sudden relaxation arises. I feel there’s no rush, that I am almost there. I sometimes slow down to my 25%, when I was doing my 100% at the beginning.
I’m not tired, but suddenly I feel exhausted. I’m not done, but suddenly I feel fulfilled.

When I see the finish line I suddenly convince myself that finishing isn’t the most important thing. I tell myself that it’s fine if I drop out here; I convince myself that there is no problem if I do it.

This doesn’t mean I drop out, I’ve learnt to know myself and I am ready for this 'downing' thought. But, even though I acknowledged it, it still is hard to battle. It requires an extra of will power that sometimes you’re not down to give.

When I was younger I asked my dad about this feeling. I used the running example: when you start you’re super excited, but when you’re half-way through your body starts weakening although you know you still have a couple km’s to finish. His answered focused on will-power and how hard is to keep the excitement throughout the way.

The running example wasn’t more than an introduction to what, to a certain extent, would become a pretty annoying problem of my personality. This mixture of ambition and laziness that climbs to my shoulder when I’m making a decision. Take the harder road, but don’t worry if you can’t finish it.

Now that I’m writing my 20 stories I can see this hasn’t left yet. My starting idea was 90. Three months before turning 20 I wanted to write one story a day about a fact of my personality. Now that the time to publish them has come I can barely say I wrote 20.

Throughout the process I went through high excitement and writing every day to weeks out without any ideas. Self-analysing and criticising myself sometimes isn’t as exciting as it looks. Exposing weaknesses aiming for an improvement, or at least to a self-acceptance of my problems after finishing my adolescence; process where I went from the last thing in the universe to a God-like image filled with the insecurities of high-egos.

This pseudo-duality – pseudo because includes all the opinions in between these polarisations – is typical in this period of years when we move along knowing nothing to believing we know everything. When I realised it I thought it would be interesting to analyse it. See what has changed and what continues with me now that I jumped this imaginary border of my teenage years.

And here is the end. The publishing moment. I don’t think I’ve gotten the deepest I could get, but it works as a first intent. It’s a project that I don’t know how I feel about yet. I’m self-conscious about exposing my guts to whoever reads it, but proud I can do it with no repercussion on my personality or security. I actually believe it will be helpful in a way I haven’t understood yet.


The best is yet to come, said someone once who inspired my project. I'll beat my will-power, my embarrassment and my inner-walls throughout the weeks. 

I'll learn and humanise myself. 

It's always time to experience something new.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Perras on the Beach



   Y entonces las luces bajan y se escucha el grito impaciente del ecléctico público. Se ven las primeras visuales del recital, una genial edición del video del subdirector de cultura descalificando y diciendo que probablemente se cancele la gira de Perras on the Beach. Si amigos, usaron el video como introducción acompañado por la música de E.T. El público alucinaba mientras saltaban al escenario los cuatro integrantes de la banda. Después de saludar y de conectar los equipos el recital despegó como el jet de Mayweather prendido fuego escupiendo billetes por las ventanas. Comenzaron con ''La Playa'' , quizás el primer hit de la banda más sorprendente del under nacional. El público en éxtasis parecía haber descubierto el pogo, y capaz haya sido así. Perras se encargó de acercar el pogo a este grupo de freaks menores de edad, amantes de Twin Peaks y de lo indie y under. El montón de adolescentes con camperas vintage y la remera de la banda son parte del grupo de fieles seguidores que se ha creado pero contrastan con la simpleza y la originalidad de la banda. Perras no busca aparentar, no vende humo.
   Simón, una de las personas más creativas y talentosas que hay en la escena, sale a tocar con un piloto amarillo que recuerda al de Georgie en la película It, que se estrena en unos días. Dos acontecimientos que marcarán época. La mejor película del año y el ascenso de lo que puede ser una de las mejores bandas. Dos Niceto llenos y sold-out.
   La energía de la banda es increíble. Es eléctrico. Un segundo y todo Niceto convulsionaba como si le aplicaran electro-shock. Lejos de ser pretenciosos y estrellas, amplificando su buen sonido mediante la simpleza de sus temas y letras, presentan un show que quizás sea uno de los mejores del último tiempo. Son tan creativos y originales que cuesta encontrar una banda que se les parezca o una banda que divierta tanto a su gente.
   Después de tres temas Simón desafía a Bruno, el bajista, a una batalla de Freestyle. Solo viéndolos se nota que sólo buscan divertirse, algo que sólo enamora más a la gente. El cóctel de temas ya es una jarra loca y después de la batalla presentan un tema de sátira, una de las principales características de la banda. Las visuales de fondo del tema ''Municipálida'' y del recital en general son una obra maestra y se ve como se dilatan las pupilas del público al verlos.
   La banda baja la intensidad cuando tocan ''El Amor'' que la letra dice que es como un pancho con picante, mostaza y ketchup. Perfecto. Eso es lo que vas a escuchar si escuchas a Perras. Algo que para muchos no tiene sentido, pero que sin embargo llega  a quien lo escucha. Y lo mejor es que trasmite más amor que cualquier otra canción, es increíble, y entonces sube la novia de Simón y bailan juntos, se tiran al público, sube Luca Bocci al escenario, abraza a Nacho y Bruno, las luces son rosadas, todos bailan, mientras todo esto pasa en un momento y es hermoso.
   Es notable como se siente eso tan raro que es el encuentro de la banda con el público. Perras lo tiene. Tiene esa conexión. Quizás es la voz, las letras o el sonido, o quizás todo junto lo que lo haga irresistible al oído de todos en el lugar. Ese sonido indefinible y sumamente original que todavía no puede ser encasillado en ningún lado.
 Que Mendoza sea representada por estos genios creativos es un orgullo.
   De repente otro flash y se escuchan los acordes de ''Mis Amigos'', todo se descontrola  y aparece LOUTA, otro de la movida amiga y se suma a la fiesta, también se suma Luca Bocci y los Usted Señalemelo, quienes para Simón son la mejor banda del mundo. Lleno de personajes y de muñecos el escenario literalmente se viene abajo. Todos saltando y girando en la mezcladora que es ahora Niceto Club. Todo decorado con papel picado cayendo desde arriba.
  El recital es corto y Bruno ya no tiene voz, claramente porque los manijas habían tocado tan sólo dos horas antes. Es corto pero te deja totalmente enganchado, con la sensación de haber encontrado al fin una banda a la cual seguir y siempre queriendo más. Cierran con ''Puchos'' una de las mejores canciones tal vez porque representa perfectamente el espectro de la banda, musical y poeticamente. Son tan geniales que cuando termina el tema piden al público que tiren todos los cigarrillos que tengan al escenario. Verlos recoger los puchos es como ver niños recoger caramelos de una piñata. Mostrando una vez más esta cuestión de Dr Jekyll y Mr. Hyde que tiene el grupo de ser la de unos chicos inocentes que cantan sobre drogas.
  Esta banda no tiene límites, porque no se los pone, ni siquiera deben saber que son. Si les preguntan a alguien: ¿ que opinan de la banda ? Seguro contestan que a la banda no le importa lo que opinen de ellos. Si quieren hacer un stage-dive lo hacen. Si quieren hacer un tema de Lito Nebbia lo hacen. Si quieren bailar lo hacen. Nada de caretas ni disfraces, eso los hace ser la banda más creativa y por lejos la más divertida del momento.
  Perras on the Beach la rompe y vienen a salvar al rock de los malditos papets. Y si no sabes lo que significa papet, ya te vas a enterar, papet.